Otra vida

La vida es muy extraña, dijo agitando el licor en el vaso de vidrio.
No tengo casi nada, no tengo un buen trabajo, no tengo un buen sueldo…
Apenas tengo para pagar este trago – dijo riendo.
Pero lo tengo todo. Soy un tipo agradecido de la vida, sobreviví a un accidente de auto y ahora la vida tiene otros colores que antes en mi absurda miopía cosmopolita no veía si no tenia unos seis ceros mas.

El barman lo veía complacido, era el primer cliente que no le contaba penas, ni enojos, lo cual le daba gracia.

Sabes amigo, la vida es muy corta como para peder tiempo en cosas que no te llenan, en cosas superficiales, eso no lo hago más.

Hace un tiempo, me acerque a un mendigo, y le di unas monedas…quizás pude ser él, pensé.
Mi vida ha dado giros tan radicales que no tengo un camino definido…eso hasta hace poco.- Mirando por la ventana vio algunas gotas de lluvia empezar a caer.

La conocí un día que Salí del trabajo. Caminaba por una calle y ella estaba por cruzarla.
Yo venia pensando en lo miserable que es la vida, lamentándome de los malos pasos que siempre cometía, y las ganas que tenia de cambiar.
Y ella estaba ahí, tan cerca…

Tropezó al caminar y yo me apresure a ayudarla. Me dijo gracias…y eso bastó…
Ahora te puedo decir que soy otro, tengo un futuro por delante que antes no veía.

¿Y que haces aquí?- dijo el barman

Espero…

La puerta se abrió de repente y una mujer entro, llevaba un bastón y levanto su cara un segundo como tratando de oler, era muy linda.

¿Y a quien esperas?- repitió el barman.

A un ángel.

Se levanto y ella se quedo ahí, al estar junto a ella le tomo la punta de los dedos a lo que ella respondió sonriendo, con los ojos cerrados.

La lluvia a fuera caía sin parar. La guió a la salida tomando su mano, ella extendió el bastón que le permitía ver en su oscuridad y al oído le dijo… te eche tanto de menos.

Y yo a ti, cariño – dijo el con el corazón latiendo a mil.

Y salieron caminado abrazados bajo la lluvia.