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13 de enero de 2009

Otra Vez!!!




Hoy tengo un propósito – se dijo a si mismo mientras tomaba su polera azul que decía jiminelson en letras metalizadas y se cruzaba el bolso en el pecho - hoy haré el cambio en el switsh, pateare al sistema y me vengare de la mala suerte, que se pudra, vamos a por ellos!!!.

Fue a la calle más concurrida e inicio el ritual del indie. Abrio la caja que llevaba, el atril y la hoja mohosa.
Tomo la guitarra negra con las cuerdas recién compradas, afino y dio el tono para la mejor canción que halla escrito. La dejo un momento como esperando que el tiempo se adecuara a lo que sentía y lo que pretendía decir, las notas salieron fuertes, casi furiosas de esa negra guitarra tal vez nunca había tocado así de fuerte, tan histriónicamente que los transeúntes se detenían para ver lo que pasaba en el mundo real, lejos de sus pendrives y música inyectada a sus orejas mediante cables de sonido sincronizado a la gran masa económicamente accesible. Varios de ellos quitaron el gris de sus ojos, que cubrían de una forma aburrida la capa de su iris, la maloliente esencia de lo usual y cotidiano, el día a día que se repite una y otra vez, mientras la guitarra sonaba y su voz desgarraba la calle que se detuvo lo suficiente como para sentir como el sol avanzaba en el cielo grisáceo de santiago, de la gran ciudad, la cuidad de las oportunidades para algunos y solo cemento y decepciones para otros.

El oxigeno traspaso la capa de su celebro y dejo que la depresión se difuminara en notas de rock and roll, las ondas de impacto resonaron en las paredes y se notaba que algo pasaba, algo despertaba, era la ciudad, era el mismo, éramos todos, faltaba una canción, era un panfleto, era un manifiesto…o solo era lo que tenia que ser, era un despertar, un cambio en una ciudad acostumbrada a andar sin detenerse, sin darse cuenta como el paso del tiempo nos separa de lo que alguna vez quisimos y lo que realmente somos, en lo que necesitamos ser y lo que odiamos pero irreversiblemente somos….

Despréndete…decía a todo pulmón con un tono rayando en el grito ensordecedor de un rock duro y melódico a la vez, con notas nunca imaginadas sobre un papel mohoso apoyado sobre una tablatura. De repente el mundo dio una señal, el sonido cesó y el mundo se detuvo dejando que la última onda expansiva de la última nota de la última vocal del último respiro daba el final de un nuevo comienzo, el comienzo del despertar.

Un aplauso cerrado y la gloria se presento envuelto en un verde oscuro…carabinero.

La ley se lo llevaba por desordenes en la vía publica, la guitarra aferrada a su pecho y la hoja mohosa olvidada en el pavimento, la ciudad volvía a su cotidianeidad y el semblante de todos volvía a la pobredumbre de siempre, el gris cubrió sus ojos y los cables volvieron a sus orejas esperando, aguardando un estallido dentro de un mundo que se estaba quedando sin sorpresas.

Dentro de la celda, solo pidió una hoja y un lápiz en ella escribió la que seria su siguiente canción, sobre libertad…una sonrisa iluminaba su rostro, sintió la energía como fluía por sus dedos, como el ritmo tomaba forma y como el corazón le llevaba a un lugar nuevo…
Días después con unos kilos de menos y unas multas de más hizo lo que nunca había hecho antes y lo que muchos no hacemos…lo volvió a intentar.

1 comentario:

Peperina Rock dijo...

Existe gente que lo vuelve a intentar?
Eso me suena esperanzador... aunque me autoexilio de eso... yo ya lo dejé de intentar...

Jiminelson... me mata desde afuera... desde los dedos de los piés y desde la cabellera hasta el lugar más interno de mi cuerpo...

Besos...